domingo, 8 de enero de 2012

Se reanuda la temporada de monterías con un día en mayúsculas: MOTEMOLÍ

Hoy día 8 se reanudaba la temporada de caza en su modalidad de caza mayor después del obligado parón navideño y, la sorpresa que aguardaba a los monteros, era un gran regalo de reyes traducido en ofrecer una de las mejores manchas (si no la mejor) de las que disfruta este Club. Mejor en todos los sentidos: en cuanto a resultados, en cuanto a participación, en cuanto a lances y, sobre todo, en cuanto a disfrute de la caza dado que es una mancha que por su forma orográfica da mucho juego y se puede escuchar toda la montería desde la mayoría de sus puestos.
Sin embargo, como "redactor casi oficial" de esta página, me siento en la obligación de resaltar que hoy se he escrito una página de oro en la historia de Niebla. Y una página de oro por dos motivos: el primero por el resultado estadístico ya que se han abatido un total de 93 reses, hecho éste sin parangón en nuestro municipio jamás en la historia batiéndose con creces la anterior marca de 64 también en esta misma mancha hace dos temporadas.
El segundo motivo, más importante si cabe que el primero y es que por primera vez se ha realizado un acto de solidaridad que tampoco ha tenido antecedentes en Niebla. Como de sobra es conocido, uno de los sustentos económicos de este Club se derivan de la venta de carnes resultantes de las monterías. Sus ingresos ayudan en gran medida al sustento financiero del Club. Como recordaba el Presidente al inicio de la jornada de hoy, estamos pasando por momentos muy difíciles económicamente hablando, donde muchas familias no tienen ingresos en sus hogares y donde están pasando necesidad. En Niebla existe una entidad sin ánimo de lucro como es Cáritas Parroquial cuya labor humanitaria es inestimable pero, dados los tiempos tan difíciles que corren, sus posibilidades se han visto sobrepasadas con creces. El Club disfruta de un Coto que es de TODOS los iliplenses y, en lógica, es comprensible que parte de lo que este acotado ofrece a los cazadores, éstos se lo devuelvan a sus "dueños" en otra forma: EN AYUDA SOLIDARIA. Por este motivo, la Directiva, por una unanimidad aplastante, acordó que el 50% de los ingresos que generasen esta montería (la mejor de las posibles en cuanto a resultados) se donasen a Cáritas de Niebla para que ésta lo tradujese en el mayor número de ayudas para los más necesitados, hecho éste aplaudido por la totalidad de los monteros que acudieron hoy a disfrutar del coto.
El Club, ha intentado aportar su granito de arena (a pesar de que ya lo hace porque colabora con todas las entidades del pueblo donando carne cuándo éstas lo solicitan) para con las personas de Niebla que están atravesando un mal momento, marcando como dije al principio, un hito en la historia de la Niebla Más Solidaria.
Dejando de un lado estos hechos y volviendo a los puramente cinegéticos me he atrevido a redactar este artículo en primera persona y como vivencias personales pues he acudido, "in situ" a disfrutar del día de caza con el Club y, traduciéndolo en una sola expresión: ¡VAYA DÍA!
Como de costumbre, se inicia la jornada con la inscripción de los socios asistentes, este año, 13 menos que el pasado, han acudido 101 puertas más los 10 postores de de las correspondientes 10 armadas que cerrarían la mancha. Entre las 7 y las 8 de la mañana fueron uno tras otro, acudiendo a la mesa de inscripción y retirando sus números para, una vez inscritos, dirigirse a Lavapiés para, desde allí, partir las distintas armadas en el orden establecido por la Organización de la Montería. En mi caso concreto, la Armada 7, una traviesa en medio de la mancha que, junto con la 8, seríamos los últimos en colocarnos una vez cerrada la mancha para así evitar que las reses huyesen del cazadero. 15 puertas que junto al postor Manuel "Batalla" iríamos uno a uno ocupando nuestras ansiados tiraderos. esto sería sobre las 10.15 de la mañana
Lo primero en sorprendernos, sorteando las 15 puertas, la cantidad de disparos que pudieron oirse, dado que el movimiento de reses con el trasiego de los vehículos era continuo. Es más, antes de entrar en la pista que se iba a montar, tuvimos que hacer un alto en el camino pues deberíamos pasar entre dos puertas y una de ellas, la ocupada por Mario Pérez "El Cabezúo", estaba realizando un verdadero tiroteo que deparó en un triplete a venado. Al final, éste acabó batiendo su récord personal y el individual del Club con 6 reses abatidas en la misma puerta. Mientras nos íbamos colocando los disparos se sucedían continuamente, me atrevería a asegurar, que antes de apostarnos en nuestra puerta número 10 ya se habían realizado más de 100 disparos a bala.
La montería fue un ajetreo contínuo. Las 8 rehalas que batieron la mancha hicieron un trabajo descomunal en levantar las reses. Si hubo una cosa que lamentar fue el alto número de ejemplares de ciervos (machos y hembras) que, para los más expertos, se sabe que el daño colateral que ello conlleva es que una vez levantadas éstas los perros estarían más cansados y desencamar a los cochinos iba a ser una tarea mucho más compleja y las espectativas puestas en esta mancha era la de no abatir menos de 30 jabalís pues la mancha estaba bastante tomada por éstos.
La jornada cumplió perfectamente con el canon montero, los primeros lances desde la suelta hasta las 12.30 de la mañana se centraron en los cérvidos, después, los cochinos hicieron de las suyas cumpliéndose los temores antes descritos.
De una forma u otra los tiros se sucedían continuamente, no pasaban menos de dos minutos sin escucharse al menos dos o tres tiros. Por mi puerta, ciervas y zorros hicieron acto de presencia, volviéndose una tropa de cochinos delante de nuestra puerta pero que corrieron hacia atrás (a pesar de las voces de los rehaleros Manolito "El campi" y Juan "El chamusquina") donde fueron tirados por las primeras puertas que se encontraron con este regalo "in extremis". Una vez pasadas las rehalas por nuestra traviesa, los jabalís empezaron a zorrearse y pudimos ver pasar varios por nuestra puerta pero sin entrar a tiro, el viento no nos acompañaba.
Así transcurrió una montería que dio lugar a lances de todos los gustos: animales dando sangre, dobletes y tripletes, reses que se escapaban de la mancha sin "cortarle pelo", agarres, etc. Para los amantes de las estadísticas: 93 reses abatidas, destacando varios casos: además de las seis abatidas por Mario, entre los "tres Cabazúos", su padre "El Cano" y su hermano Javier mataron 11 reses. El "miki" mato 4 en la suya, al igual que Domingo "El Rata". Manolo Ruiz "El Meollo" se cargó tres en la suya (una puerta voluntaria en medio de un llano y una puerta para rifle). Los "viejos", entre los tres mataron todo lo que les entró, 5 reses. Juan "el de la espejita" volvió a mojar con un espectacular cochino pero sin la boca de los otros a los que él nos tiene acostumbrado este año. La cochina de Miguelito le envidiaba bien poco a lo machos que se mataron. Rodrigo con su hijo en puerta que se quedó sin balas para abatir tres reses al final tras 22 disparos y, como él mismo decía, "me comían los venaos". Manuel "El Navajita" 16 tiros y los cochinos que le le iban "cagaos". Fernando el "Chamusqina" mató un cochino que, a buen seguro, será el récord de este año en cuanto a boca (además de un venado). Tres venados verdaderamente considerables en cuanto a cuerna: el de Manolo Ruiz, el de David y el de Juan.
En fin, sin ánimo de dejar a nadie fuera para que se enfade, como dije al principio, UN DÍA GRANDE.

Empieza la jornada de caza acudiendo todos a apuntarse a la mesa de la organización. desde primeras horas se pudo comprobar que la participación iba a ser alta, primero por la mancha de la que se trataba y, segundo, por el parón de Navidad que había incrementado la pasión de los más intranquilos.



Todos los monteros acuden a Lavapiés donde se hace "el corte" entre todo los apuntados y el sorteo de las armadas. Éstas irán partiendo al campo en el orden establecido por la Organización de forma estratégica cortando las posibles huidas de las reses de la mancha.
Momento en el que el presidente Joaquín González "El Kini" da la bienvenida a los socios tras las navidades, da las oportunas directrices y hace partícipe a todos los socios la decisión de la Directiva de donar el 50 % de los ingresos a la Asociación Benéfica Cáritas de Niebla.
Momentos en el que el presidente del Club hace entrega del talón al Presidente de Cáritas de Niebla ramón González que reverdeció viejos laureles monteros disfrutando de la montería junto a su hijo Javi.
El Presidente de Cáritas agradeciendo al Club su colaboración desinteresada con los más necesitados de Niebla.
Los monteros acudiendo a sus puetas. En este caso las armadas 7 y 8, las de Manuel "Batalla" y Domingo "Calañas"

Empiezan a llegar las primeras reses a la junta de carne. Se comprueba como la jornada había sido un éxito pues en apenas dos armadas recogidas ya había 23 reses abatidas.
Y llega otra armada más con otras 10 piezas más, en este caso, "Maoli" que, colocando otra vez a Angelillo, éste no falla y otra jabalí más al casillero.
Manuel Ruiz "Meollo" junto a su sobrino con los tres venados cobrados en su puerta "voluntaria". El postor pidió un voluntario con rifle para cubrir los llanos de "la era de las coles" y él se prestó. Primero un doblete con dos venados espectaculares, el que él sostiene con una cuerna (el primero de los abatidos) que a buen seguro competirá con el de Pedrín "Calañas" matado en la "Palmita" por ser el mejor trofeo de este año. El que está en el suelo junto a su sobrino con un cuerpo propio de un equino más que de un ciervo. Lástima que el trofeo no le acompañase a tan descomunal cuerpo. El que sostiene su sobrino, el tercero abatido que venía acompañado de otros dos más pero que no pudo hacerse con ellos. Esta foto se la dedica a su hermano Enrique que sigue los resultados desde Perú.

Desde esta perspectiva se observa mejor la envergadura del trofeo.

El cochino matado por Fernando. Ha puesto el listón muy alto esta temporada. El cochino, que fue avistado por varias puertas al final hizo acto de presencia en la suya de forma más clara y para él "el gordo" del año.
Nuestro joven montero, fiel a esta página y fiel a las monterías junto a su padre y a su abuelo.

Fernando con su hijo que el gran cochino y con un bonito venado.

La "manta" de reses iba creciendo de forma exponencial conforme llegaban los carros de las distintas armadas.
Desde esta perspectiva se puede observar con más claridad, la gran cantidad de reses y todavía no estaban todas.

También se pudieron ver reses deformes, como este venado abatido por el "chicharrita". Lo mejor, su eliminación para evitar se multiplicación y traspaso no deseado de sus genes.
Se empezó en adentrar la noche y no paraban de llegar reses, a los carniceros se les empezaba a acumular el trabajo.
Al final, la foto aún con dificultades por la luz, salió. Todos se querían fotografiar con el espectacular abanico de reses que había en la junta de carnes.
Ya bien de noche, llegaba la última carga de la última armada y, como regalo, otras 12 reses más.


P.D.: Gracias a todos los participantes en esta jornada por vuestra colaboración indirecta a contribuir de forma desinteresada a ayudar a los más necesitados a través de Cáritas.