El domingo pasado se monteaba "Montemoli". Para muchos la montería más esperada del año. De hecho los datos de asistencia así lo justifican, 96 monteros inscritos. Los vaticinios eran buenos pues tanto en las labores de control como de aportar alimentos a la mancha se habían avistados bastantes reses dentro de ella. En época de berreo fue uno de los puntos neurálgicos de nuestro Coto. En cuanto a cochinos, ya se sabe, Montemolí es un edén para ellos. Sin embargo, al acabar el día el resultado, en cuanto a números, no fue el de años atrás (casi 100 reses hace dos temporadas y cerca de 60 el año pasado). 24 ciervos y sólo 8 cochinos fue el plantel final.
Para los amantes de las estadísticas: "un fracaso". Para otros "esa es la esencia de la cacería unas veces mejor, otras peor". La verdad que no hubo ni un sólo condicionante a favor: la falta de agua por estas fechas está haciendo mella a la hora de trabajar los perros, el viento que nos castigó el domingo es, a buen seguro, el peor de los enemigos para las monterías y también, aunque errar es de humanos, no se jaleó la mancha como en años anteriores: demasiado deprisa y un poco descontrolada. Con ello no hay que enjuiciar a nadie, faltaría más. Como decimos siempre: "ahi se quedan para el año que viene"
La verdad es que no empezó mal el día. Teníamos una buena puerta en una traviesa. Nada más ponernos ya vimos el primer venado pero de huída y no lo pudimos tirar. Acto seguido empezaron a entrar las ciervas, por tropas, de dos en dos, de tres en tres y muchas solas. Volvimos a barruntar otro ejemplar pero cogió caño arriba y entro por la puerta de David Palacios que apenas pudo cortarle un tiro entre los pinos. Posteriormente volvió a entrar otro por donde mismo y cogió mismo camino que el primero, pero esta vez sí, David dio buena cuenta de él.. Conforme se acercaban las rehalas hacia nosotros, en un visto y no visto, entró un venado que tampoco pudimos tirar. Se cargó de viento y se paró detrás nuestra pero sin visibilidad. Posteriormente tiró caño abajo donde fue tirado por Ramón Pérez y que se quedó con él. Entre tanto, en la puerta de nuestra derecha, Antonio "ranito", que domingo tras domingo va haciendo caja, esta vez una cierva.
Una vez llegaron los rehaleros donde estábamos pudimos comprobar los efectos del viento en una montería. Apenas a 100 metros de nosotros se paró uno de ellos con su rehala levantando un cochino que llevaba "aplastao" toda la mañana. Saltó para la armada de Manuel batalla donde fue tiroteado. Pero como decía. El viento hacía que las reses se cargaban fácilmente de los monteros y éstas, en vez de levantarse, hacían más fácil su encame y más difícil su "levantá". También vimos como, los perros perdían los rastros fácilmente tanto por la sequedad del terreno como por los contínuos revoques de aire.
Pero claro está, no todo son inconvenientes. Como dijimos en un artículo anterior, la montería va según quién la cuenta. Si le preguntamos a Javi González, que hizo un doble a cochino o a Benavente padre que se cobró un buen venado (el mejor del día) y una bonita cochina, o a Josemarí que se estrenó con un venado por primera vez (obviamente hubo bautizo) o los estrenos de esta temporada de Miguelito o Batalla, seguro que para ellos la montería fue buena.
Pero así son las cosas y más en las monterías y quizás sea eso lo que nos engancha de ellas. Monterías donde esperas lo máximo, te vienes en blanco y monterías donde vas con desgano, se convierten en inolvidables.
También de destacar, que dadas las previsiones, este fin de semana tocaba la colaboración con las distintas entidades de nuestro pueblo. Como cada año, aquellas que nos lo solicitan, cuentan con nuestra colaboración, así, tocó este a la Hermandad del rocío de Niebla, al Club Pensionista Raices y a la Peña madridista La Tarasca.
Por supuesto, echamos en falta a uno de nuestro socios, Manuel Rodriguez "Meollito" que llevaba los dos últimos años una buena racha en esta mancha, cobrando hace dos años tres venados en la misma puerta y el año pasado uno en la misma puerta que el anterior. De ellos, uno de los tres y el del año pasado, de los mejores de toda la temporada del Club. Este año, por motivos de trabajo no ha podido ser. Desde aquí le mandamos un saludo a él y a su Hermano, que son dos lectores asiduos de este Blog
Ahora nos queda un fin de semana largo con dos monterías por delante, el viernes en Las Torres (o la mancha del Cintón) y el domingo los Caños. Como decimos siempre: lo importante es salir a disfrutar del día y luego a compartir los ratos y los lances.
GALERÍA DE FOTOS:
a comentar con los compañeros la suerte obtenida.
