Llevamos ya dos semanas desde el ultimo artículo y ya han transcurrido tres monterías teniendo en cuenta que el fin de semana del puente se monteó viernes y domingo. La suerte está siendo dispar y los resultados dentro de los esperados restando quizás la montería de los Caños. Lo que sí es cierto que, cada día más, la falta de agua en nuestro acotado está haciendo mella, y bastante, en los resultados de las monterías. Los perros apenas cuentan con zonas donde refrescarse tras las largas carreras a las que los someten los cérvidos (muy numerosos) lo que conlleva que apenas pueden reponer fuerzas para levantar posteriormente a los cochinos de sus encames, ya que éstos necesitan de una labor más ardua por parte de los cánidos.
La mancha de las Torres se mantuvo en su tónica de los últimos años. Bastantes venados avistados y ciervas, los jabatos ausentes o, al menos, no se levantaron por las rehalas por lo anteriormente dicho. Ramón González mantiene su ritmo matando dos venados en su puerta. Pocos trofeos de destacar en esta mancha que, años atrás, siempre ha aportado algún trofeo de venado bastante bueno. Bastante densidad de ciervas las que se avistan y una bonita cochina la matada por Antonio Román en la suelta.
En la mancha del domingo, las expectativas eran aún más altas dado que, durante la berrea, los avistamientos y las escuchas a los venados fue bastante alta. Esta mancha sí está afectada en parte por las tareas de corta que se están haciendo en nuestros montes pero, aún así, se esperaba que, como en los últimos años, aportase un gran número de venados a la junta de carne. Por supuesto, los cochinos también pero más en la zona de barrancoso que en la suelta. Conforme fue pasando la jornada, se escuchaban pocos tiros, lo que ya auguraba que el resultado no iba a ser el esperado. Si destacaron los dos magníficos venados abatidos por David Jiménez en su puerta que hizo doblete pero que necesitó 10 tiros para quedarse con los dos, pero visto el porte de ambos, seguro que el sacrificio mereció la pena. Ramón a los suyo, cobrando tres en su puerta. Antonio "ranito" no para y, con su superpuesta hizo un doblete a ciervas de destacar pues tras abatir la primera en el primer tiro, la segundo saltó y, al vuelo, también la hizo rodar. Lástima que, a pesar de los pocos tiros que se escucharon al principio, los que se tiraron tampoco se hicieron con una efectividad alta. Los perros en la suelta dieron con una buena piara de cochinos del que tan sólo se pudo cobrar uno. Ahí quedan para el año que viene. Si es cierto que para el salto a la Palmita se esperaban más, sobre todo algunos buenos jabatos que suelen verse año tras año, en su fuga a esta mancha, pero no fue así. Eso sí, ciervas saltaban por piaras. Al acabar la mancha, llegaba barrancoso, allí si se escucharon los tiros esperados, sobre todo por el juego que dan los cochinos. Lo que extraño fue que sólo se cobraran dos pero, igualmente, para el año que viene quedan.
Y este sábado tocaba Posteruelos. También muy esperada dado el resultado del año pasado, donde con poco más de 40 monteros se cobraron casi 50 reses. Ya se sabía que este año, la afluencia iba a ser mucho mayor y así fue, casi 80 puestos (entre monteros, postores, mayores y carros). Como sabemos esta es una mancha que cuenta en su interior con un cercado de repoblación de flora y fauna de la Junta de Andalucía, por lo que se solicitó como montería por daños. Había que abatir cuanto más reses mejor, incluyendo ciervas y varetos. Se sabía que la densidad de reses era muy alta. Se monteó con 8 rehalas. Aquí sí, la cantidad de tiros que se fue escuchando a los largo del día presagiaban un buen plantel al final. Íbamos poniéndonos las traviesas y ya estaban oyendo los primeros disparos en los cierres.
Se vuelve a comprobar cómo, los resultados obtenidos en años atrás no influyen nunca para los ejercicios presentes y futuros y cómo, la montería es una "suerte" que nadie entiende. Por ejemplo, tenemos el cierre al Castillo, que el año pasado fue un tiroteo contínuo y este año casi que en blanco. Al igual que el cierre a la Atalaya. Sin embargo, la armada de Walo Palacios, que el año pasado con 9 puertas, se cobraron solo dos ciervas, este año y por orden: Puñito disparó 6 veces y cobró una cierva, Juan Alonso 16 tiros y no cobró nada, Ramón González 11 tiros y cobró dos varetos y una cierva, Antonio "ranito" disparó 4 veces y en blanco, Gabarro padre no disparó (fue el único), Pepe Claro disparó 6 veces y se cobró un venado y una cierva y, Walo, en la misma puerta donde el año pasado no vio nada, disparó 16 veces y se cobró 6 reses, 2 venados, un vareto, un horquillón, una cierva y un bonito cochino. Es decir, año pasado dos tiros dos ciervas y nada más, este año casi 60 tiros entre 7 puertas y 12 reses.
También es cierto que el viento hizo de las suyas. En la armada de Juanito Gabarro, se vio perjudicada por este tema ya que tenían a sus espaldas los cochinos, se llevaron casi toda la montería escuchándolos pero no acababan nunca de romper. Tan sólo se cobraron tres.
Sabemos que hay muchos monteros reacios a disparar sobre las hembras. Algunos entienden que "se está descastando" el coto. Pero hay que entender una cosa, las manchas son capaces de soportar una cierta densidad de animales y aportarles alimentos a ellos. A mayor densidad de ciervas, menor será la de los machos y la de los cochinos. NO HAY CABIDA PARA TODOS. El matar ciervas, en ciertas condiciones (ciertas armadas, previsiones hechas por el Plan Técnico, etc) no es un delito, ni una sangría, ni una carnicería, es una GESTIÓN y es obligación de todos los socios. En nuestra puerta en concreto, tuve la ocasión de avistar más de 30 cérvidos entre varetos y ciervas. Al igual que nosotros, muchos puestos avistaron gran cantidad de ejemplares y en puntos opuestos a nuestras armadas: en su fuga a los milagros, a la Atalaya, al Montón de Trigo, o al Castillo, es decir, no tienen por qué ser las mismas. Hay que tomar conciencia de que la GESTIÓN DE UN COTO es cosa de TODOS. Al igual que la norma inicial de los jabatos pequeños al principio no sentó muy bien, posteriormente y viendo los resultados que actualmente se obtienen (rara es la montería que no se cobran buenos jabatos) nos alegramos de ello. Lo mismo sucede con las ciervas, no es "descastar" un coto, es mantener un control de la población y un equilibrio.
Finalmente el día acabó con 8 cochinos, 8 ciervas y 19 venados. De destacar el cochino de Walo Palacios, y los venados de Gabarro hijo y el cogido por la rehala de Zeus y rematado a cuchillo por su socio Angel.
GALERÍA DE FOTOS
La primera foto se la dedicamos a la Categoría de Alevines de nuestro equipo local, que esta año cuenta en su equipación con el patrocinio del Club Murallas de Niebla. luciendo nuestro nombre a lo largo de la geografía onubense.
Los perros llegan al agarre del primer venado abatido por Ramón en las Torres. Abajo, el segundo de los venados cobrado en su puerta
Antonio Martín con esta bonita cochina cobrada en Los Caños, en barrancoso. En su estreno del año. No es como empieza la temporada sino como acaba.
Uno de los venado de ramón de la mancha de las TorresUn bonito navajero cobrado en las Torres, de los cochinos, el mejor de este día-
La bonita cochina cobrada por Juanma Gil en la mancha de los Caños.
Los rehaleros reponiendo fuerzas tras la batalla de las manchas.
Instantáneas de una cierva a su paso por nuestra puerta a más de 100 metros en la mancha de los Caños- Abajo, momento del primer impacto que provocó un espectacular salto. Al final fue abatida.
Otro ejemplar que se vuelve a tras el paso de las rehalas
David Jiménez posando con sus dos bonitos venados de Los Caños, el que sostiene con su derecha es de un porte muy bonito , con una cuerna bastante berrugosa y ya coronado. Hizo doblete.
El venado abatido por Miguel en la mancha de Los Posteruelos. También se estrenó este año
Gabarro hijo con este bonito venado de los Posteruelos.
Los perros que, a pesar de la falta de agua, hacen una labor encomiable.
Bonito ejemplar el que sostiene Sergio Martín aunque el autor del lance fue Pedro que sostiene la escopeta. Mancha de los caños.
Momento de dar las instrucciones para la mancha de los Posteruelos.
Uno de los ejemplares que nos sorprende en nuestra puerta. Por donde menos se espera, por la espalda y bajando un falda de una ladera.
El pase de las reses por nuestra puerta fue incesante.
Bajando a la puerta, situada en un caño, ya se veía que la trocha estaba bien tomada. Uno tras uno fueron pasando por donde mismo.
Uno de ellos, tras cargarse de viento, a la espera en la espesura del monte hasta nuevos acontecimientos.
Este fue uno de los abatido en nuestra puerta. Vimos muchos pero sólo hicimos un cupo razonable.
Cuando menos te lo esperabas, aparecía una res. Se mantienen inmóbiles tras avistarnos.
Una cierva, terraza arriba, en huída de la mancha. Abajo otro ejemplar, fueron muchos los avistados.
Las mulas tuvieron que trabajar de lo lindo. Los posteruelos es una mancha con una orografía muy pronunciada, profundos barrancos y terrazas altas.
Sacando dos de los ejemplares abatidos por Walo en su puerta
Walo junto al presidente Manuel Vivas, que se las prometía muy felices pues él había abatido 4 en su puerta. Al final Walo se llevó el gato al agua, esta vez. con 6 ejemplares.
Aquí con los 6 cobrados y sobre el bonito cochino-
Y la caza menor no decae. En la foto de arriba los cinco pájaros (dos de ellos cobrado por ramón demostrando que las canas son un "galón y aún les quedan mucho por aprender a los jóvenes) y la liebre cobrada el viernes y, abajo, los dos cobrados el domingo.