Este pasado sábado tocaba una de las grandes, La Palmita, de esas manchas que, a priori, siempre crean una gran expectativa entre los cazadores y se corroboró con la afluencia de nuestros socios ya que tras los 60 de la primera y los 70 de la segunda, a ésta acudieron 85 cazadores.
No estaban todas con la organización de la montería, ya que nunca se ha adelantado tanto en el calendario esta mancha, pero las numerosas talas (a nuestro entender un poco descontroladas) de nuestros montes provocó su adelanto a estas fechas con un principal escollo, el de que las altas temperaturas y que los perros aún llevan pocas monterías y no están "puestos" puede provocar que no se alcancen los resultados esperados y más en una zona como ésta en la que con mucho monte y una alta densidad en cochinos que requieren a su vez un arduo trabajo de las rehalas. A esta acudieron 9 rehalas en un intento de sacar a los jabatos de sus encames y que dieran un gran juego entre los monteros.
Pero como decía en el título, una crónica de una montería varía, y mucho, depende de quien la cuenta y la suerte que haya tenido en el sorteo de las puertas y las armadas y se demuestra, domingo tras domingo, como el principal factor que influye es la suerte y que, según qué condicionantes, puede pasarse de una jornada aburrida a otra imborrable.
En este caso, acompañaba a un socio que por circunstancia que no viene al caso, acude cada domingo con los mayores, es decir, a una armada con cierto privilegio en su ubicación en la mancha, normalmente en traviesas ubicadas en el centro de la caza. La previsión era su colocación en la armada 9, donde años atrás se habían conseguido los mejores resultados. Sin embargo, acudieron 6 (normalmente son 3 o 4) por lo que hubo que repartirlos entre otras de las armadas, ¿primer factor de la suerte? Ya no acudíamos a las puertas tradicionales con estupendos resultados años atrás. Nos tocó en la armada 7, otra traviesa central, con el postor Manuel Vivas. La puerta 1, la que muchos no quieren (la mayoría las quieren más entradas en la mancha) a escasos metros de la pista central ¿otro factor de la suerte?.
Pues sí. Creo que viviré pocas monterías como ésta, no creo que vuelva a "caer el gordo". Desde primera hora fue un verdadero disfrute. Con la suelta, allá por las once de la mañana, pasando pocos minutos de ella, nos sorprendió la primera res, un buen cochino a más de 100 metros, caño abajo, que con un tiro certero (aunque hubo que rematarlo) pegó el primer "trompico". En menos de una hora, otra res por el mismo sitio y, nuevamente de un solo tiro, también cayó redondo. Ya estaba la caza hecha. Dos reses en una puerta. Pero esto na había hecho más que empezar.
Los lances fueron continuos: agarres, vareteos, ladras, reses moviéndose, las ciervas de un lado para otro (innumerables a pesar de que algunos mantienen que el coto se está descastando), etc. Teníamos que hacer descastes de ciervas, elegimos una cercana que nos demostró que nunca se puede vender la piel del oso antes de cazarlo, ya que con tres tiros, se fue por donde vino. Nos sorprendieron varios varetos.
Tras pasar los perros siguieron los lances, primero un vareto que, a pesar de que podíamos abatirlo, lo dejamos pasar para otro año, posteriormente una cierva que, esta vez sí y nuevamente a una larga distancia, de otro tiro certero también tomó suelo.
Parecía todo acabado y pasó lo que siempre se cuenta, lo que siempre se desea y que nunca parece que te va a pasar a tí, nos sorprende un gran berraco, zorreado "patrás" que, con mucha tranquilidad pasa por nuestra puerta y, tras otros tres tiros, también se fue por donde vino. ¡Pero esa es la cacería!. En definitiva, tres reses en la misma puerta para el nuevo socio Ramón González, que, al ritmo que va, mejor será que haga acopio de balas pues lleva tres monterías y en las tres a apretado el gatillo, en ésta hasta 12 veces.
Pero no fue el único, Antonio "Ranito", en la puerta nº 2 de esta armada 7 también, otras tres reses cobradas, tres de tres con un doblete incluído. ¡Sus dos hijos que vayan aprendiendo! Demostró que la edad no es obstáculo.
Hubo otro cazador con tres reses en la misma puerta, Adrián Cabello, con dos jabatos y un venado. Los tres fueron los claros triunfadores de la montería, que acabó con 13 jabatos cobrados y otros 13 cérvidos, destacando de los jabatos el de Vicente Molina (probablemente medalla) que nuevamente empieza el año de forma incomparable y el venado de Gorito (posiblemente también medalla).
¿Y que pasó en la armada donde, en principio, nos tocaba? Aburrida, no cortaron pelo.
Sea como fuere, no está nada mal las 26 reses cobradas pero a buen seguro que, en condiciones normales (perros más puestos, menos calor, etc) el resultado hubiese sido otro. O no.
Buen día que se abrió con el recordatorio a nuestro Socio de Honor D Lucas LLanes, que este año no cazará con nosotros pero que, fiel a su estilo, en la presentación de su nuevo libro se acordó de nosotros citándonos como un Club como ejemplo de "solidaridad y de gestión cinegética" y nos honró regalando un ejemplar para el Club del que hizo su presentación el Presidente al inicio de la montería.
Ahora toca el parón montero con la próxima feria de "Tosantos" y nos emplazaremos hasta el próximo 10 de noviembre, mientras sigue la exitosa campaña de caza menor y empieza la temporada de zorzales el día 3.
El Directivo Joaquín González muestra a los socios el Diploma con el que fuimos obsequiados por nuestra nominación a las caracolas en la pasada campaña 2012/2013
Uno de los varetos que nos sorprendió a primera hora en nuestra puerta.
Los perros que, a pesar de que aún estamos en el inicio de temporada, realizan un trabajo descomunal y más en una mancha como la Palmita bastante "sucia"
Las ciervas (foto superior e inferior) nos invadían contínuamente en nuestra puerta
Los rehaleros no dejaron títere con cabeza y escudriñaron bien la mancha en busca de los encames de los tan ansiados cochinos.
El magnífico jabato de Vicente Molina, el mejor en lo que va de temporada. Probablemente tendrá medalla
Adrián con su triplete.
Javier González, que también tuvo una buena jornada, con este bonito venado
Su hermano Ramón, que esta vez le ganó la partida con tres reses en su inolvidable montería en la puerta 1 de la armada 7 de la Palmita
Federico Romero, también tuvo una buena jornada con otro cochino.
La caza menor no decae. Arriba nuestro socio Fonfi Carrillo, con su cupo de dos pájaros y una liebre y, abajo, Miguelito con su pájaro cobrado en el Coto Baldíos de Niebla.
El cochino de la discordia. Una cosa es verlo corriendo, con los perros detrás y con la crin levantá y, otra muy distinta, cuando lo ves abatido y pasa lo que pasa, que no llega al tope de peso de los 20 kilos mínimos establecidos. Al final sanción económica, que no es lo peor, sino la "caña" que dan luego los colegas y las bromas a soportar por los compañeros y, si no, que se lo pregunten al Sr, Pitorra
La familia subida en la moto. Un jabato con buen cuerpo pero poca boca