viernes, 12 de octubre de 2012


COMIENZA LA TEMPORADA DE CAZA MAYOR
                El próximo día 13 se inicia la nueva temporada de caza mayor en el Coto Baldíos de Niebla. Lo primero, dar la bienvenida a todos los nuevos socios de este año, tanto a los que por primera vez se van a iniciar en este deporte, como a aquellos que por fin se han decidido a dar el salto a unirse a nosotros para disfrutar del Coto de Niebla, donde, lo primero que le aseguraremos, será un disfrute cordial de las jornadas cinegéticas, así como que conocerán a todos y cada uno de los que participarán en cada montería, ya que todos ellos, son iliplenses.
                Este año y, acogiéndonos a expresiones taurinas, si el tiempo no lo prohíbe, podremos disfrutar de 18 monterías en nuestras manchas ya conocidas por todos. Ahí nos esperan: La Falda del Dique, Maravaí, los Posteruelos, Siete Chozas, El Castillo, Los medios, La Falda del Dique, La reserva, Los caños, etc. Pero sobre todo, las más ansiadas por todos: Montemolín, La Atalaya, Maranduja, La Palmita…
                Para el buen montero, el nombre y el lugar da igual, ya que lo que más desea es un buen día, un disfrute del campo, una buena comida, una buena charla con los colegas, intercambios de lances, ya que, al fin y al cabo, la montería buena es aquella en la que se disfruta de un lance y éste, hoy por hoy, tal y como se hacen las cosas desde que el Club Murallas de Niebla se hizo cargo de su gestión, se puede producir en cualquiera de ellas.
                Si nos atenemos a datos estadísticos de años anteriores, sabemos que en cada montería se abatirán una media de 25 reses y acudiremos 70 monteros, lo que supone que uno de cada tres de ellos, cobrará una pieza por día. Al final de temporada, raro es el cazador que, como mínimo, ha abatido a lo largo de la temporada 4 ó 5 ejemplares. Los hay a los que la suerte le sonríe y acaban el año con 12 ó 14, o que cobran en una sola jornada 5 ó 6. Pero sea lo que sea como acabe el año, lo cierto es que desde inicio, nadie parte con ventajas.
                Este año, por poner un perjuicio, lo único que lamentamos es la climatología ya que, partiendo del mal año, en cuanto a lluvias se refiere, que tuvimos el año pasado y que seguramente habrá mermado la calidad de las reses por la escasez de alimentos naturales, hay que sumarle los largos meses de calor que venimos padeciendo, ya que desde mayo no han bajado los termómetros de los 30 grados diurnos. El inicio tampoco está siendo bueno, las calores persisten. El primer síntoma que hemos observado los que salimos asiduamente al campo, es tanto la escasez de celo como lo tardío que está siendo la berrea en nuestro acotado. El cochino, más adaptado a estos extremos climatológicos y por su condición de omnívoro parece que si a criado bien y mejor, lo que, unido a nuestra política de no abatir reses por debajo de un peso, parece que la especie va mejorando en cuanto a número y calidad.
                Sea como fuere, el trabajo del Club nunca se ha venido abajo, ni ha mermado en cuanto a intensidad se refiere. Desde que finalizó la temporada pasada hemos trabajado con la intención de seguir subiendo los resultados de la misma forma que se han producido durante estos tres años anteriores. Ya empezamos el verano con un resultado excelente en los aguardos nocturnos por daños, con ese récord local del cochino medalla de plata abatido por Raúl Cabello. Posteriormente, lejos de decaer, nos hemos afanado en preparar una temporada de caza mayor a la altura de lo que nuestro coto merece.
                Como hemos dicho antes, dada falta de agua y, por ende, la falta de alimentos, nuestro trabajo de campo se ha centrado en dos frentes. El primero, a través del servicio de guardería, en un control más exhaustivo de comederos ilegales y furtivismo (con los resultados ya publicados en este Blog). El segundo en un arduo trabajo de aporte de alimentos tanto para “preparar” las manchas así como para aportarle alimentos adicionales a las reses intentando que se mejore, los celos, la cría y lactancia, la calidad de trofeos, etc. Es decir, todos los beneficios posibles que se persiguen mediante esta tarea de aporte de alimentos.
El equipo encargado de organizar y preparar estas manchas, al que desde estas líneas queremos agradecer enormemente su labor desinteresada, con un valor incalculable, destinando un gran número de horas de su tiempo y trabajo, para el disfrute posterior de todos, no han cejado ni un minuto en su empeño. Se han construido unos comederos artificiales ubicados estratégicamente en las manchas, donde cada semana se han llenado de grano. Lo primero que hemos observado ha sido la facilidad con la que han sido “tomados” los comederos y raro es el caso donde, cada vez que se ha ido a reponer, no se han encontrado totalmente vacíos. Estos para los jabalís. Por el contrario, al ciervo se ha hecho de forma distinta, esparciendo grano por distintas zonas de tránsito y acceso a las manchas.









En estas fotos, podemos observar, la forma en la que se repone el grano a cada comedero artificial, los cuales son embestidos literalmente por los cochinos y, a través de unos orificios, el grano sale gradualmente para la ingesta de toda la trope.









En estas fotos podemos observar la espectacularidad que presentan las zonas donde se ubican los comederos, ya que, de inicio se incorporan en medio del monte, cuanto más escondido mejor pero que, una vez tomados por los cochinos, los convierten en verdaderas eras totalmente trillada, por su empeño en sacar el grano del comedero.
                Del mismo modo, para su seguimiento y vigilancia, se han ido colocando cámaras nocturnas por el servicio de guardería en el que se puede comprobar el gran número de ejemplares que, noche tras noche, acuden a las zonas elegidas. Ha entrado por tropas, de dos en dos, de tres en tres, los más espectaculares y, a la vez, desconfiados, lo hacían en solitario o con su escudero. Aquí  os mostramos un elenco de imágenes:



Los dos primeros, abriendo el paso a los más desconfiados y pasando inadvertidos por delante de la cámara. En la foto de abajo, un “navajero” afilando sus colmillos en el tronco de un pino.








Empiezan a confiarse y su entrada en las zonas de comederos ya son por verdaderas tropas de 7, 9 e incluso 14 ejemplares. En la foto inferior podemos observar un espectacular macho, que más de uno ansiaremos porque sea a nosotros al que nos irrumpa en nuestra puerta este año.





La cámara es tan sensible, que no se escapa ni un ejemplar más pequeña como es esta liebre que irrumpió en el comedero.





En esta foto, podemos observar un espectacular jabato, en medio de la baña.
                En definitiva, un gran trabajo que esperamos que de sus frutos y, que este año, podamos saborear todos los monteros iliplenses. Nuestro deseo es que todo este trabajo de sus frutos y podamos disfrutar de esta nueva temporada como lo venimos haciendo estos pasados años.



LA DIRECTIVA